El 27 de Abril abrimos nuestras tiendas. Los dos días anteriores los dedicamos a limpiar, a ordenar y a preparar las tiendas para esta ignota época a la que nos enfrentábamos. En los 89 años de vida de Mallorca, nunca habíamos tenido que cerrar. Abríamos para clientes que estaban confinados y apenas podían salir de casa, para clientes que no podrían sentarse a tomar algo en nuestras tiendas, como siempre hacían. Nos encontramos todos, clientes y dependientes, incorporando la mascarilla y los guantes como una prenda más, teniendo que observar entre todos y cada uno una distancia social, que solo permitía entrar a los clientes cuando hubiera un dependiente libre. No era fácil, pero estábamos ilusionados por volver, a algo parecido a la vida normal.
Estábamos felices, los clientes que llegaban hasta las tiendas, se alegraban de vernos. Nos decían, y eso nos encantó, que poníamos color a Madrid. Durante las algo más de 6 semanas de confinamiento en casa, he dedicado mucho tiempo a escuchar las opiniones de mucha gente sobre temas empresariales: como abordar los negocios, como serían los clientes después del Covid 19, etc. Había multitud de Webinar, de mesas redondas a través de Zoom, que me han servido para comprobar que en Mallorca teníamos todos los mimbres para abordar con éxito esta nueva etapa.
Nuestros productos son perfectos para tomar en casa, para el día a día o para acompañar una celebración. Y contábamos con un medio muy adecuado al momento, nuestra querida tienda on line,
que en estas primeras semanas de trabajo solo nos da alegrías.
Desde el martes 5 de Mayo, los repartidores de Deliveroo han venido a formar parte de Mallorca, a unirse al gran equipo de personas que te llevarán nuestros productos donde tú quieras y en muy poco tiempo. Yo soy más partidaria del slow food y de prever las cosas, pero para emergencias, ahí está Mallorca Express y Deliveroo.
y de que pronto podamos salir libremente, ir a ver a nuestra familia, a nuestros amigos y abrazarnos de nuevo. Pero seguiros cuidando y protegeros de este maldito virus, mientras todo esto pasa.
M. Carmen Moreno Nieto